¿Privilegio masculino? la otra cara de la historia

La equidad de género no es solo un tema de mujeres; también implica liberar a los hombres de las cargas invisibles que les impone el mandato masculino. Este guion social les exige ser proveedores incansables, evitar la vulnerabilidad y medir su valor solo por el éxito profesional, lo que afecta su salud mental, física y emocional. Los hombres enfrentan tasas más altas de suicidio, estrés y enfermedades prevenibles, mientras que en el ámbito laboral, el ideal del ejecutivo “siempre disponible” sacrifica vínculos y bienestar. La verdadera equidad requiere rediseñar nuestra sociedad para que hombres y mujeres puedan vivir vidas más plenas, rompiendo estigmas y promoviendo corresponsabilidad, vulnerabilidad y un liderazgo más humano.
Natalia comparte una columna para reflexionar sobre el género masculino en el camino del cierre de brechas y los sesgos.
