La equidad de género: no solo es lo más justo, sino el mejor negocio
Hace 19 años comencé un trabajo que estaba lejos de la evidencia económica y global: sacar de la pobreza a madres adolescentes que se encontraban en la base de la pirámide. Pocos entendíamos que el embarazo en jóvenes que se encontraban debajo de la línea de pobreza las condenaba de por vida, aumentaba la deserción escolar y era un perpetuador del subdesarrollo. Comencé entonces a engancharme en la economía del desarrollo con modelos que atacaran la pobreza de manera contundente.
Montar una empresa social no solo requería de un entendimiento acerca de la descomposición social, sino también saber entrar al corazón de quienes han vivido en el abandono y la pobreza. Algo así como tener un manejo empresarial, pero con profunda compasión. La Fundación Juanfe para la cual trabajo (y es además un propósito personal que nace por la muerte de mi hijo, Juan Felipe, quien cayó de un octavo piso) creó un modelo de desarrollo social llamado Modelo 360 Grados, que rompe ciclos de pobreza de madres adolescentes en la base de la pirámide. Con una intervención de dos años, las educa, las hace socialmente productivas, les da empleo y, lo más importante, las empodera para que sean responsables de su sexualidad. Tenemos operación en Cartagena, Medellín, Panamá y Chile.